Era uno de los diez monjes cartujos del monasterio de Londres que el 18 de mayo de 1537 se negaron a suscribir el acta que los hubiera separado de la comunión con la Iglesia y con el Papa para adherirse al cisma de Enrique VIII. Se trataba de un hermano lego que prefirió, con sus otros compañeros, antes perder la vida que perder la fe.
Llevado a la cárcel fue cargado de cadenas y sometido a la tortura de la argolla, y abandonado a su suerte, pues se le negó la comida, y por ello pereció de inanición el día 15 de junio del mismo año de la detención. Fue beatificado el 9 de diciembre de 1886.