Nacido el 30 de octubre de 1782 en Carpegna, Italia, con el nombre de Lorenzo Gaetano Emanuele, era hijo de Antonio Salvi, administrador de los príncipes de Carpegna en Roma, y de su primer matrimonio con Marianna Biondi. Estudió en el Colegio Romano, donde fue compañero de estudios de Gaspar del Búfalo y discípulo del padre Benedictino Mauro Cappellari.
Fascinado por la predicación pública del padre pasionista san Vicente María Strambi, predicador de renombre, entró en contacto con la congregación. Unos aós más tarde, el 14 de noviembre de 1801, entró en el noviciado pasionista de San José de Monte Argentario, tomando el nombre religioso de Lorenzo María de San Francisco Javier: hizo sus primeros votos el 20 de noviembre de 1802 y el 29 de diciembre de 1805 fue ordenado sacerdote. Se dedicó especialmente a la predicación de misiones populares.
Obligado a abandonar el monasterio en la época napoleónica, se retiró antes a la iglesia de Santa María en Pievetorina, donde será reorganizador de manera clandestina de una congregación pasionista. Durante una enfermedad que casi lo lleó a la muerte desarrolló una profunda devoción al Niño Jesús, e hizo voto especial de difundir su culto. En enero de 1813 predicó durante todo un mes sobre el Niño Jesús. Comenzó a distribuir pequeñas imágenes, o incluso estatuillas de cera hechas por él mismo.
Después de la restauración de la congregación fue a la casa general en la basílica de los Santos Juan y Pablo en Roma. Ocupó diversos cargos en el instituto: fue superior de la comunidad Pasionista de Terracina, Monte Argentario, Todi, Vetralla, en la que fue seis veces consejero provincial.
Pasó los últimos años de su vida en retiro Sant'Angelo Vetralla: murió de un derrame cerebral mientras se encontraba en Capranica de visita a los fieles.
Sintetizado a partir de la larga noticia de Santi e beati.