Lorenzo nació en Fanello, cerca de Siponto, en la Apulia. Siendo todavía joven, tuvo la desgracia de matar incidentalmente a un hombre. Para expiar su falta, hizo una peregrinación a Compostela. A su vuelta ingresó en un convento de Subiaco. Pronto obtuvo permiso para vivir como solitario en una cueva próxima al «Santo Speco» de san Benito. Ahí pasó treinta y tres años, practicando las más terribles mortificaciones. El nombre de «Loricatus» (es decir, cubierto por una coraza, o «coracero», como traduce la versión española del Martirologio Romano) se le dio a causa de la cota de malla erizada de puntas aceradas que llevaba sobre la piel. Su culto fue aprobado en 1778.
En Acta Sanctorum, agosto, vol. III, hay un artículo sobre el beato; es particularmente interesante, ya que contiene algunos documentos que datan de 1244, cuando el Papa Inocencio IV inició algunas investigaciones.