Juan Storey nace en el norte de Inglaterra hacia el año 1504, es hijo de Nicolás y Juana. Estudia derecho en Oxford en el Hincsay Hall, y obtiene el doctorado en ambos derechos el 29 de julio de 1538. Acreditado muy pronto como buen jurista, ejerce como profesor en el propio Oxford y es también director del Broadgates Hall, a lo que renuncia para ser admitido a los Doctor's Commons.
Hay que decir que prestó el juramento de supremacía exigido por Enrique VIII y se adaptó, por tanto, a la situación religiosa creada por este monarca. Contrajo matrimonio y, muerto el rey, fue miembro del primer Parlamento de Eduardo VI, representando a Hindon en el Witshire. Pero ya en la segunda sesión (noviembre de 1548) se opuso abiertamente a las reformas religiosas de signo protestante que se abrían camino tanto en la doctrina como en la liturgia, y no dudó en decir públicamente el versículo del Eclesiastés (10,16) que dice que «pobre tierra la que tiene a un niño por rey». Arrestado inmediatamente, fue llevado a la Torre de Londres, donde estuvo preso desde el 21 de noviembre de 1548 hasta el 2 de marzo de 1549 en que se le puso en libertad. Entonces se marchó del país y con su familia se fue a Lovaina.
Cuando murió Eduardo VI y consiguió el trono María I, pareciendo que regresaba el catolicismo, volvió a Inglaterra en agosto de 1553. Fue nombrado canciller de las diócesis de Oxford y de Londres y decano de Arches. Como canciller del obispo Bonner, su intervención agrió aún más las de suyo severas medidas tomadas por la reina María contra los protestantes y fue procurador en el proceso contra Tomás Cranmer. Pero María I murió muy pronto y al subir al trono Isabel I las cosas cambiaron a la dirección que tomaban bajo Eduardo VI. Como no dejó de oponerse a la repuesta Acta de supremacía, fue detenido y llevado a la cárcel de Fleet (20 de mayo de 1560), y poco después liberado. Nuevamente fue arrestado tres años más tarde, pero pudo escaparse y volver a Lovaina. Su necesidad económica le llevó a aceptar el puesto de inspector de libros heréticos y objetos de contrabando de las naves inglesas que atracaban en el puerto de Amberes, cargo que le fue otorgado por orden de Felipe II de España. Y estaba cumpliendo este cargo con la escrupulosidad que solía cuando el barco, según lo convenido con los espías de la reina inglesa, zarpó inmediatamente y lo llevó a Inglaterra. Trasladado a Londres y preso en la Torre, fue objeto de juicio en el Queen's Bench el 26 de mayo de 1571, donde se le condenó a muerte por alta traición. No le sirvió alegar que era súbdito del rey de España. Fue ahorcado y descuartizado en Tyburn el 1 de junio siguiente. El papa León XIII lo beatificó en 1886.