Nació en Sant Feliu de Torrelló, Gerona, el 23 de enero de 1911. A los 11 años lo pusieron en el colegio salesiano de Barcelona-Rocafort y allí descubrió y maduró su vocación religiosa. Su profesión religiosa fue en 1928, y fue destinado a Roma para hacer los estudios eclesiásticos en la Universidad Gregoriana. Llegado el verano de 1936 volvió a España y se hospedó en la casa de Sarria, de la que fue expulsado, como los demás religiosos, el 21 de julio. Se marchó con su familia a Esplugas. Iba a Barcelona a recibir secretamente los sacramentos. Rezaba el rosario con su familia y se mostraba tranquilo y dispuesto a lo que Dios quisiera.
El día 22 de agosto llegaron milicianos en su busca, pero Félix no estaba. Entonces se llevaron a su padre y su hermano a otra casa que poseían en Collblanc. Al volver Félix y enterarse de lo ocurrido, voló a reunirse con su padre y hermano, y acudió también la madre. Pero el día 26 volvieron los milicianos y se llevaron a los tres, despidiéndose Félix de su madre diciéndole: «Madre, hasta vernos en el cielo». Aquella misma noche fueron fusilados cerca de Pedralbes. La madre halló sus cadáveres en el Hospital Clínico de Barcelona y los llevó a enterrar. Félix fue beatificado el 11 de marzo de 2001 por el papa Juan Pablo II en la ceremonia conjunta de los 233 mártires de la persecución religiosa en Valencia de los años 1936-1939.