Edmund Sykes nació en Leeds, Yorkshire. Según parece, fue educado en el colegio inglés de Reims, aunque es posible que haya estudiado antes en Oxford. Fue ordenado sacerdote en 1581, y enviado a la misión inglesa ese mismo año. Trabajó en York, con tanto celo y entrega, que sus fuerzas fallaron y enfermó, sería a comienzos de 1585. Un apóstata, Arthur Webster, aprovechando su debilidad, lo convenció de ir al culto herético, y él en un primer momento asintió y fue. Sin embargo en seguida se arrepintió, y fue encarcelado por seis meses, y condenado luego al destierro, en agosto de 1585.
Se encaminó hacia Roma, en peregrinación penitencial por su caída y pensando ingresar como religioso. Pero una vez allí, entendió que la voluntad de Dios la cumpliría mejor volviendo a la misión, lo que realizó el 16 de junio de 1586. Poco tiempo pudo, sin embargo trabajar, ya que a los seis meses fue traicionado por su propio hermano, en cuya casa de Wath se había escondido. Fue confinado en la prisión del castillo de York, juzgado, y condenado por ser sacerdote. El 23 de marzo de 1587, acorde con lo habitual, fue colgado, arrastrado y descuartizado en York.
Dos anécdotas nos han llegado de su estancia en prisión, de boca de otros prisioneros: una es que una vez se oían ruidos en su celda, como si discutiera con alguien; otro prisionero le preguntó con quién había estado discutiendo, y él le contestó con tranquilidad que se trataba del diablo, qeu quería inducirlo a la apostasía. La otra es que era un sacerdote muy devoto y utilizaba frecuentemente cilicios, incluso en prisión, pero unos días antes de ser ejecutado le declaró a otro sacerdote que no le parecía bien castigar más su cuerpo, ahora que iba a ser glorificado.
Ver Challoner, Memoirs of Missionary Priests I, pág. 120-1; mejor explicada la caída en Catholic Encyclopedia; ver también Morrich, Catholics of York, pág 40.