En el convento Manresa, en Cataluña, luego del 18 de julio de 1936, la persecución contra los sacerdotes, religiosos, religiosas, laicos, tuvo su inicio cruento. Cuatro días después, el 22 de julio de 1936 y pocos días antes del asesinato del beato, el convento donde vivía fue ocupado, devastado e incendiado por los milicianos marxistas y anarquistas. Obligado a refugiarse en las casas de los parientes y amigos, fue secuestrado, torturado y asesinado sin ningún proceso.
El beato Benet (en el siglo: Josep Domènech i Bonet) nació en el pueblo de Santa Coloma de Gramenet el 6 de septiembre de 1892 e hizo la primera comunión el 30 de mayo de 1903. Sintiendo la llamada al sacerdocio en 1903 entró en el seminario menor de Barcelona. Luego de algunos años su vocación se definió como llamada a la vida religiosa, por lo que vistió el sayal capuchino el 18 de febrero de 1909 en el noviciado de la Provincia de Barcelona en Arenys de Mar y emitió la primera profesión el 20 de febrero de 1910. Profesó solemnemente en el convento de Sarriá (Barcelona) el 32 de febrero de 1913 y fue ordenado sacerdote el 29 de mayo de 1915.
Su vida religiosa se desarrolló en el ámbito de las dos casas de formación de Igualada y de Manresa, desempeñándose también en el ministerio de la predicación. El 6 de agosto de 1936 fue capturado por los milicianos que querían que blasfemase, pero se negó. Llevado a un lugar cercano a Manresa llamado La Culla, fue brutalmente asesinado.