Antonio Rewera nació en Samborzec, en la término de Swietokrzyskie, en Polonia, el 6 de enero de 1869. Es ordenado sacerdote en la diócesis de Sandomierz y profesor de teología en el seminario diocesano. Fundó también una congregación religiosa, las Hijas de San Francisco Seráfico.
Arrestado por la Gestapo el 16 de marzo de 1942 y deportado a Baviera, al campo de concentración de Dachau, murió a consecuencia de las torturas, el 1 de octubre del mismo año. Su única culpa consistía en haber dado testimonio de su fe en Cristo.
El Papa Juan Pablo II lo elevó a los altares el 13 de junio 1999 en el marco de la beatificación, en Polonía de 108 mártires de la persecución nazi.