Anton Durcovici nacio en Altenburg, Austria, el 17 de mayo de 1888, hijo de Franz Durcowitsch y María Mittermaier. El padre murió de tisis siendo Anton un niño, y la madre migró de Croacia a Moldavia, y luego a Bucarest, en Rumania. Estudió con los Hermanos de las Escuelas Cristianas, cuyo capellán, el padre Lucio Fetz, anima a Antonio a cultivar su vocación sacerdotal.
Se traslada, ya como seminarista, a estudiar en Roma, y en 1910 es ordenado en San Juan de Letrán, desde donde regresa a Rumania y es nombrado canónigo del Capítulo de la Catedral de San José, en Bucarest.
En 1916 Rumania le declara la guerra a Austria, así que el P. Anton sufre la consecuencia de su origen austríaco: es trasladado a un campo de presos en Galati, y sometido a trabajos forzados. Allí contrajo un tifus cuyas consecuencias padeció el resto de su vida.
Es liberado más tarde, y regresa a trabajar en parroquias, así como a dar clases de religión, hasta que en 1924 es nombrado rector del Seminario de Bucarest, cargo que ocupó hasta 1948. Era hombre de gran espiritualidad, profunda oración y disciplina.
Pío XII nombra Obispo a Durcovici en 1947, pero por obstáculos estatales el Nuncio Apostólico Patrick O`Hara lo consagra el 5 de abril de 1948 en Bucarest, y el 14 de abril toma posesión de la Catedral de la Asunción de la Santísima Virgen María de Iasi. La región de Iasi en 1944 tenía unos 140.000 católicos entre cuatro millones de rumanos (el 3,5% de la población), había 46 sacerdotes seculares y 52 sacerdotes religiosos, ninguna comunidad religiosa femenina, y 105 parroquias. Durcovici recorrió todas las parroquias consagrando las iglesias al Inmaculado Corazón de María.
El 3 de agosto de 1948 el gobierno comunista cierra todas las instituciones católicas, seminarios, escuelas, hospitales y hospicios. En octubre de 1948 la Iglesia Greco-Católica fue disuelta y sus bienes pasaron a la Iglesia Ortodoxa Rumana; todos los obispos greco-católicos (como Ioan Ploscaru e Ioan Suciu) y un buen número de sacerdotes fueron encarcelados. En 1949 le llega el turno a la Iglesia Católica de rito latino: fueron arrestados los obispos Marton Aron, Anton Durcovici, Augustin Pacha y Scheffler; luego fueron arrestados el obispo Joseph Schubert (nuevo Administrador Apostólico), el Vicario Mons. Johannes Baltheiser, y Mons. Mathias Pozar, párroco de Todebald de Graz.
Mons Anton fue encerrado en la prisión de Sighet, la más dura y severa del país, donde murió en 1951 a los 63 años. De sus sufrimientos en la cárcel, no queda rastro alguno: el régimen borró todo recuerdo de la memoria, como así ocurrió también para muchos otros mártires de la «Iglesia del silencio».
Con información de Florian Müller: Anton Durcovici. Vescovo e martire in Romania. Ediciones Sapientia, 2011, y News.va. El sitio www.durcovici.ro tiene también una biografía en línea en varios idiomas.