Teresa Grillo nace en Spinetta Marengo, provincia de Alessandria, el 25 de setiembre de 1855. Quinta y última hija de José Grillo, médico jefe del Hospital de Alessandria y de María Antonieta Parvopassu, descendiente de una antigua e ilustre familia de aquella región, fue bautizada al día siguiente en la Iglesia parroquial de Spinetta, recibiendo además el nombre de Magdalena. Dotada de un temperamento inclinado a la caridad, alimentado además por un ambiente rico en espíritu cristiano, el 1 de octubre de 1867 recibió el confirmación en la catedral de Alessandria y cinco años después, mientras estaba aún en el colegio, la primera comunión. Después de terminada la escuela elemental, a la que asistió en Turín, donde su madre se había trasladado para acompañar los estudios universitarios de su hijo Francisco, en 1867, luego de la muerte de su padre, fue matriculada como alumna interna en el colegio de las Damas Inglesas, en Lodi, donde se graduó a los 18 años.
Terminado el colegio, regresó a Alessandria, donde, siempre bajo la guía materna, comenzó a frecuentar a las familias aristocráticas de la ciudad. Fue precisamente en este ambiente que conoció a su futuro esposo, el culto y brillante capitán de infantería, Juan Bautista Michel. Celebrada la boda el 2 de agosto de 1877, se trasladó primero a Caserta, luego a Acireale, a Catania, a Portici y finalmente a Nápoles, lugares a los que fuera transferido su esposo. En esta última ciudad, una fulminante insolación durante un desfile militar llevó a la muerte al capitán Michel, un 13 de junio de 1891. Teresa se sumergió en una profunda angustia que rozó la desesperación.
La recuperación posterior, ocurrida casi de improviso, debida, en parte a la lectura de la vida del Venerable Cottolengo y a la ayuda de su primo sacerdote, Mons. Prelli, desembocó en la decisión de abrazar la causa de los pobres y necesitados. Teresa comenzó así a abrir de par en par las puertas de su propia casa señorial a los niños pobres y a las personas abandonadas y necesitadas de ayuda. Hacia el fin del año 1893, dado que «los pobres aumentan a más no poder y que quisiera poder alargar los brazos para acoger a todos bajo las alas de la Divina Providencia», vendió la gran casa Michel y adquirió un viejo edificio en la calle Faa de Bruno. Aquí dio inicio a los trabajos de reestructuración y ampliación, construyendo un piso superior y comprando algunas pequeñas casas vecinas. Surge así el «Pequeño Hogar de la Divina Providencia».
La obra guiada por Teresa, no estuvo ciertamente libre de adversidades, que aparecieron no sólo por el lado de las autoridades civiles, sino sobretodo por parte de sus amigos y familiares. Especialmente ante la incomprensión de aquellos se hizo evidente la solidaridad y el afecto de los pobres, de las personas generosas y de sus colaboradoras. Siguiendo la solicitud de la autoridad eclesiásticas, el 8 de enero de 1899, vistiendo el hábito religioso en la capillita del Pequeño Hogar, Teresa Grillo, con ocho de sus colaboradoras dio vida a la Congregación de las Pequeñas Hermanas de la Divina Providencia.
En los siguientes 45 años, su responsabilidad prioritaria fue la de difundir y consolidar el Instituto. Casi inmediatamente después de realizada la fundación, la Obra comenzó a tener casas en diversos lugares del Piamonte, desarrollándose rápidamente incluso en las regiones del Véneto, Lombardía, Liguria, Puglia y Lucania. A partir del 13 de junio de 1900 el instituto se extendió al Brasil y desde 1927, por solicitud de san Luis Orione, fundó casa en Argentina. Sin ahorrar esfuerzos, Teresa animaba y alentaba a sus hermanas con su carismática y solícita presencia en las comunidades. En seis oportunidades atravesó el océano para llegar hasta América Latina, en donde como frutos de su solicitud surgieron numerosas fundaciones con asilos, orfanatos, escuelas, hospitales y asilos para ancianas. El octavo viaje, lo hizo el año 1928, a la edad de 73 años.
El 8 de junio de 1942, la Santa Sede concedía la Aprobación apostólica a la congregación de la Pequeñas Hermanas de la Divina Providencia. La Beata Teresa Grillo se apagó en Alessandria el 25 de enero de 1944 a la edad de 89 años. Su instituto contaba entonces con 25 casas en Italia, 19 en Brasil y 7 en Argentina. Fue beatificada en Turín el 24 de mayo de 1998. La Congregación la celebra litúrgicamente el 23 de enero.