El Martirologio Hyeronimianum, del siglo VI, inscribe en esta fecha a «Macedonio, sacerdote, Patricia su esposa y su hija Modesta» y a varios mártires más; aunque distintas transmisiones del texto han dado lugar a inscripciones ligeramente distintas, se puede decir que estos tres mártires están bien atestiguados. Lamentablemente, no hay más datos ciertos que las inscripciones que, partiendo del Hyeronimianum en sus distintas variantes, se han esparcido por los martirologios de Beda, de Floro, de Usuardo, etc.
No es posible afirmarlo con certeza, pero es probable que estos mártires -y los que por las confusas inscripciones se han quitado en el actual- pertenezcan al mismo contexto que en estos días (por ejemplo en Mígdono y compañeros) hemos estado leyendo sobre la persecución de Diocleciano en Nicomedia que, nos decían Lactancio y Eusebio, dio lugar a una verdadera muchedumbre de mártires, la inmensa mayoría de los cuales permanecieron anónimos. Si fuera así, hay que inscribirlos en el año 303.
Recordemos que al furor persecutorio de Diocleciano se sumó que en su propia corte de Nicomedia halló muchos cristianos, y que incluso supo allí que su esposa y su hija estaban interesadas en el nuevo culto, por lo que la ejecución del edicto fue en este sitio más cruel, si cabe, que en otros.
Para los distintos martirologios que mencionan a los tres mártires y los nombres que en uno y otro los acompañan, Acta Sanctorum, marzo II, pág. 256 (día XIII, ed. 1865); sobre la persecución de Diocleciano en Nicomedia ver Eusebio, Historia Eclesiástica, VIII, 5ss. En la imagen: vidriera de Santa Modesta en el monasterio de Estrasburgo, ca. 1270.