Hay una triple tradición respecto de estos mártires: la versión aceptada tradicionalmente, y que se reflejaba en el Martirologio anterior, los hace mártires lapidados en Málaga; esta noticia proviene del Martirologio de Usuardo (s. IX), que atestigua que el culto estaba ya arraigado en Espaaña para su época. Las otras versiones los sitúan en Cartagena y en África (aunque no especifica, se entiende que es el África proconsular, posiblemente Argelia o Túnez). El Martirologio Romano actual, siguiendo -según señala Repetto Betes en Año Cristiano- el artículo de Gian Michele Fusconi en la Bibliotheca Sanctorum, prefiere, sin embargo, la localización en Áfrca, a pesar de no haber allí trazas del culto antiguo a estos mártires.
Así relata el autor citado la tradición sobre el patronato de estos santos sobre Málaga:
Se dice que estando los Reyes Católicos en Córdoba preparando la conquista del reino de Granada, un monje jerónimo, que tenía crédito de santo, fray Juan de Carmona, le dijo a la Reina que hiciese voto a Dios de construir una iglesia a estos santos mártires si conquistaba la ciudad de Málaga y que confiase en que con el poder de Dios la conquistaría con relativa facilidad. Y que, movida por esta exhortación del religioso, se animó la Reina a emprender la campaña para conquistar Málaga, ciudad que efectivamente conquistaron. Dieron los Reyes cuenta de su victoria al papa Inocencio VIII, el cual respondió diciendo que Málaga había sido consagrada con la sangre de Ciriaco y Paula como Jerusalén lo fuera con la de San Esteban, igualmente lapidado. Se edificó el templo y los malagueños tomaron a estos santos por patronos, y todavía continúan honrándolos como a tales.
Ver Año Cristiano, BAC, 2003, tomo VI (junio), p. 468-9; el autor está tremendamente enfadado por el cambio de localización de los santos... En el sitio de la Piadosa Congregación en honor de Ciríaco y Paula, de Málaga, hay bastante ionformación e imágenes sobre el culto a los santos en esa ciudad española.