Nació en la provincia de Bac-Ninch, en el actual Vietnam, que era en aquel momento Cochinchina, de padres paganos, y tan pobres que se deshicieron de él vendiéndolo a un catequista. Éste lo llevó a la misión de Vinh-Tri, donde fue bautizado, educado, y después de ocho años promovido a catequista. Pasó diez años con éxito en esa tarea, llevado a cabo estudios teológicos, coronados el 15 de marzo de 1823 con la ordenación sacerdotal. Párroco en varias parroquias, se encontraba en la de Ke-Dam, desde donde, por el inicio de las persecuciones, se vio obligado a retirarse a Ke-Sui, desde donde administraba los sacramentos a varias comunidades. Allí fue detenido por primera vez y llevado a la prefectura de Ly-Nham, pero fue rescatado por la generosidad de los cristianos que le ofrecieron al Mandarín tres barras de plata. Así que, para continuar su ministerio, cambió su nombre de Dung por el de Lac, pasó a otra prefectura y dio rienda suelta a su entusiasmo, desplegando su actividad audazmente en las provincias de Hanoi y Nam-Dinh: «Los que mueren por la fe, ascienden al cielo, nosotros, en cambio, nos escondemos todo el tiempo, gastamos dinero para escapar de los perseguidores ¡Sería mejor el arresto y la muerte!».
Se escuchó su deseo cuatro años más tarde, el 10 de noviembre 1839, mientras se encontraba en Ke-Song, fue descubierto en la casa de san Pedro Truong Van Thi por el alcalde Phap, que acabó soltándolo -sólo a Andrés, porque había pedido el doble de dinero y no se le reunió- mediante el pago de doscientas piezas de plata recogidas entre los cristianos. Libertad brevísima, porque subió a la barca para cruzar el río y cuando ya estaba a punto de alcanzar la otra orilla trastabilló y tendió la mano para ser ayudado a salir; quién le ayudó fue el secretario del prefecto, que lo reconoció, exclamando: «¡He capturado un maestro de religión!» Arrestado y llevado a la prisión en Hanoi (16 de noviembre de 1839), fue sometido a varios interrogaciones e invitaciones a la apostasía y a pisotear la cruz, pero, manteniéndose firme en la profesión de la fe, fue sentenciado a la decapitación. Aprobada por el rey, la sentencia se llevó a cabo el 21 de diciembre 1839.
Nacido en una familia cristiana humilde, en 1763, a Ke-So, en la provincia de Hanoi, Pedro se convirtió en catequista en 1796, y por su ardiente caridad, y su vivo celo religioso se les permitido llegar al sacerdocio, recibiendo las órdenes sagradas el 22 de marzo de 1806. Fue asignado primero a la cristiandad de Song-Chay, y trasladado en 1832 a Ke-Song, donde, a pesar de su frágil salud, trabajó incansablemente en favor de los fieles confiados a su cuidado espiritual.
Durante seis años Predro ejerció su ministerio sacerdotal en Ke-Song, hasta que el jefe de esa aldea, el pagano Phap, que hasta entonces no había hostigado en modo alguno a los cristianos locales, pensó en arrestarlo, más por codicia del dinero que por odio de la religión católica; así se hizo con los dos prisioneros, Andrés y Pedro, por los que pidió un rescate, del que se le pagó sólo la mitad, y dejó libre, como vimos antes, sólo a Andrés; pero al enterarse el venal alcalde de que éste fue nuevamente apresado, pero esta vez por una instancia más alta, tuvo miedo de que se descubriera su negocio, y remitió a Pedro Binh-Luc, donde ya estaba Andrés. Allí fue atormentado junto con éste, invitado a apostatar, y finalmente condenado a la decapitación, que se cumplió el mismo día.
El misionero francés Jeantet, que había conocido personalmente a Pedro en 1835, en Ke-Song, escribió de él en una carta de fecha 13 de abril 1840 a Girod, vicario general de la diócesis de Saint-Claude: «La gracia ha triunfado sobre todas las debilidades humanas y dio a su naturaleza dócil una fuerza que no estaba en él.»
Traducido y adaptado para ETF de la noticia de Celestino Testore (Andrés Dung Lac) y Niccolò Del Re (Pedro Truong Van Thi), que recogemos de Santi e Beati.