La existencia de este grupo de santas vírgenes y mártires de Roma viene confirmada por el Martirologio Jeronimiano, que las inscribe el 31 de diciembre, y por el «Liber de locis sanctis martyrum», de la primera mitad del siglo VII. Sus reliquias fueron encontradas junto con las de Alejandro, Vital y Marcial, del 10 de julio, en el cementerio de los Jordanos, en la Vía Salaria Nueva. Su veneración fue promovida por el papa Adriano I (772-795); sin embargo, esto es todo lo que se sabe de ellas, quedándonos en la oscuridad las época y circunstancias de su muerte martirial.
Basado en una noticia de Antonio Borrelli.