Las pocas noticias que han llegado hasta nosotros provienen de un pasaje del «De virtutibus s. Geretrudis», que habla de los milagros de santa Gertrudis de Nivelles (+659). Este opúsculo fue escrito por un autor contemporáneo de las santas Gertrudis y Modesta, y es por tanto, atendible.
En la segunda mitad del siglo VII, en el monasterio de Tréveris, en Alemania, llamado Santa María ad Horreum (Öhren), vivió como abadesa santa Modesta, que desde su infancia estaba consagrada a Dios y tuvo con santa Gertrudis una gran amistad espiritual, aunque luego no se vieron más. Después de varios años, mientras Modesta rezaba en la iglesia de su monasterio, vio repentinamente, a la derecha del altar de Nuestra Señora, a santa Gertrudis, quien le reveló que había muerto en ese día y a esa misma hora. Terminada la visión, Modesta quedó consternada y en duda de si hablarlo con alguien, pero permaneció en silencio todo el día. A la mañana siguiente, llegó al monasterio el obispo de Metz, Clodolfo (+667), y ella le pidió noticias de Gertrudis, abadesa de Nivelles, porque que quedaba lejos de Öhren, y le pidió que sobre todo le describiera el rostro; la descripción del obispo correspondía a la mujer de la visión, por lo que Modesta le contó al obispo lo que había sucedido. Clodolfo se informó, y corroboró que precisamente a esa hora y día Gertrudis había muerto, 17 de marzo del 659.
Parece que Modesta fue la primera abadesa del monasterio de Öhren, en Tréveris, fundado por san Modoaldo en la primera mitad del siglo VII. La santa murió el 4 de noviembre de un año hacia el final del siglo VII, y su cuerpo fue venerado hasta 1769 en la iglesia de la abadía de Santa Irmina de Öhren; en 1770 la iglesia fue destruida y reconstruida, pero sin ningún altar dedicado a la santa. Según los fieles de la zona, sus restos fueron trasladados a la iglesia de San Matías, donde se mezclaron con otros muchos huesos de santos. Su culto se ha documentado al menos desde el siglo IX y su nombre aparecía entre las vírgenes en las letanías de los santos, calendarios y libros litúrgicos de Tréveris y Utrecht.
Traducido para ETF de un artículo de Antonio Borrelli.