Santa Heliena nació en Laurino, Salerno, a inicios del siglo VI. Siendo jovencita, se escondió a 8 km de su ciudad natal, en una gruta en la localidad de Pruno, donde murió después de 21 años de vida eremítica, en el 530. Su cuerpo fue primero transportado a Pesto, después pasó a propiedad de Margarita, mujer del rey Carlos II de Anjou. Margarita lo donó a san Eleazario de Sabrán, el conde de Ariano, quien, a su vez, lo donó a la catedral de Ariano Irpino. Permaneció allí, y en 1622, el cuerpo era sepultado bajo el altar mayor en una urna de madera negra. La mayor parte de las reliquias fueron donadas por el obispo de Ariano, Trotta, en 1882, a Laurino, la ciudad natal de Heliena, donde la santa es muy venerada. La ciudad festeja a su santa el 22 de mayo, el 18 de agosto y el 29 de junio. Donde estaba la casa natal se erigió la iglesia de la ciudad, dedicada a la santa.
Traducido de un artículo de Francisco Roccia. El Martirologio retrasa un siglo la vida de la santa´respecto de esta noticia tradicional, pero posiblemente sea difícil establecer los años con más precisión. La imagen muestra la gruta de la santa en Pruno.