¿Se debía celebrar la Pascua invariablemente en domingo, como hacemos nosotros hoy, o como la celebró Jesús, es decir, en el día de la semana que cayera? La cuestión estuvo debatida durante mucho tiempo, y gracias a que los que sostenían una u otra opinión no se ponían de acuerdo, nos han quedado en los respectivos escritos preciosos testimonios indirectos sobre la vida de las muchas iglesias que se repartían por el mundo conocido del momento. Uno de esos testimonios es una furiosa carta que envía Polícrates de Asia a Víctor I de Roma, para protestar porque éste pretende obligar a los obispos de Asia a celebrar como en Roma; y para que la protesta fuera del todo efectiva, Polícrates hace recuento de todos los obispos ilustres que han sido «cuartodecimanos», es decir, que han celebrado la Pascua no necesariamente en domingo: entre ellos, nuestro Tráseas, a quien no conocemos de nada más que de esta mención que reproduce Eusebio en Historia Eclesiástica V,24,4: «...Y Tráseas, obispo asimismo y mártir, que procede de Eumenia y reposa en Esmirna...». Y como Polícrates parece que cita a sus testigos cuartodecimanos cronológicamente, el martirio de Tráseas tuvo que haber ocurrido hacia el 165. Eumenia, del Asia Menor, corresponde a la actual aldea de Ishakli, en la provincia turca de Antalya.
Hay, al parecer, otra referencia al mismo obispo, que también la trae Eusebio (V,18,13) cuando resume el escrito de un tal Apolonio, que «menciona a un cierto Tráseas, uno de los mártires de entonces»; sin embargo ese «de entonces» resulta problemático, ya que se refiere a unos hechos de fin del siglo II o comienzos del III, y no cincide con el 165 que se establece por Polícrates, así que, o bien este Apolonio sincronizó mal los personajes que mencionó, o los sincronizó mal Eusebio al citarlo, o bien se trata de otro Tráseas, también mártir. Lo que parece cierto es que la cronología de Polícrates es correcta, y haya habido otro o no, el obispo mártir que celebramos hoy fue muerto hacia el 165. Desconocemos cualquier otro dato sobre él.
Es mencionado también en el Martirologio Siríaco, junto a otros: Policarpo, Gaio y otros ocho (sin especificar). Lo mismo en el Jeronimiano, aunque con el nombre ligeramente corrompido: Tarsio, en vez de Tráseas. Y de estas referencias pasa a los demás martirologios históricos.
Ver Acta Sanctorum, oct. XII, 183ss. Eusebio, Hist. Ecl., fragmentos citados, BAC, 1973(1ª). Ver la cuestión de los cuartodecimanos más detalladamente en los artículos referidos a san Ságar de Laodicea y a san Víctor I.