San Teófilo, llamado el joven, es un personaje histórico, cuya existencia queda confirmada por la «Cronografía» de Teófanes para el año 790, y por algunos sinaxarios bizantinos, que reportan su nombre para el 30 de enero.
En tiempos del emperador de Oriente Constantino IV (771-797) y de Irene, su madre y regente (780-790), Teófilo era un capitán militar, que tenía a su mando la base bizantina en Chipre. Durante un ataque de la flota árabe contra la isla, Teófilo fue hecho prisionero y llevado ante el califa Harun ar-Rasid, el cual intentó obtener su apostasía del cristianismo. El joven comandante lo rechazó y quedó recluso en la cárcel por cuatro años, tiempo que los sarracenos, según su costumbre, esperaban para obtener un rescate por parte de los cristianos.
Como Teófilo no quiso participar en las tradiciones del Ramadán, fue decapitado en el 790, el 30 de enero, un día antes del fin del mes santo. No se sabe con precisión el lugar del martirio, pero se supone que fue en la propia Chipre. El Cardenal Baronio, al compilar en el siglo XVI el primer Martirologio Romano lo inscribió como mártir de Chipre, pero sin justificar por qué, lo colocó en el 22 de julio; el actual Martirologio Romano lo ha vuelto a su fecha natural del 30 de enero, conforme a los sinaxarios orientales.
Noticia traducida para ETF de un artículo de Antonio Borrelli. Acta Sanctorum dedica también un artículo, en fecha del 22 de julio (julio, tomo V, pág. 320).