San Sixto I sucedió a san Alejandro I hacia fines del reinado de Trajano, en torno al 117, y gobernó la Iglesia durante diez años, en una época en que la dignidad pontificia era un preludio del martirio. Todos los martirologios antiguos le veneran como mártir, pero carecemos de detalles sobre su vida y su muerte. Era romano de nacimiento. Se supone que la casa de su padre se hallaba en la antigua Vía Lata, en el sitio en que se levanta actualmente la iglesia de Santa María de Calle Ancha. Según el Liber Pontificalis, san Sixto ordenó que sólo los miembros del clero tocasen los vasos sagrados y que el pueblo se uniese al sacerdote en el canto del «Sanctus». Quizás el Sixto del que se hace mención en el canon I de la misa es san Sixto II, cuyo martirio fue mucho más famoso.
Ver Liber Pontificalis ed. Duchesne, vol. I, pp. 56 y 128; y Acta Sanctorum, nov., vol. II, pars posterior, pp. 137 y 177.