Continuó empleando sus ingresos en caridad, así como desarrollando una vida personal austera, por medio del trabajo de sus manos, y al mismo tiempo predicando el evangelio a los pobres. Por sus enseñanzas escocia fue preservada de la herejía pelagiana. Fue uno de los apóstoles de esas tierras, y murió hacia el 678.
Se cuenta sobre el santo la leyenda de que camino a Roma, espantado por una tormenta, blasfemó, y para realizar penitencia, se encadenó las manos, y arrojó la llave al agua; al volver de su peregrinación, compró un pez en un mercado, encontró en él la llave, y comprendió que su pecado habían sido perdonado; volvió a Roma a contarle el prodigio al papa, y esto habría motivado la decisión de convertirlo en obispo.
Residía en Tullicht, actualmente en la diócesis de Aberdeen, y erigió las iglesias de Tullicht Bothelim, y de la colina; en la primera de estas fue enterrado, y continuó por mucho tiempo su fama merced a los milagros atribuidos a sus reliquias. Su culto fue oficialmente confirmado el 5 de julio de 1898 por León XIII, junto al de muchos santos escoceses de la época.
Lo fundamental de esta historia proviene del Butler, pero no la edición del siglo XX utilizada habitualmente en este sitio, sino la edición inglesa de 1866, transcripta en este sitio. El texto indica como fuente el Breviario de Aberdeen y las Crónicas de Dumferling, de King; la primera de ellas es a la vez la fuente mencionada en el decreto de confirmación de culto (Acta Sanctae Sedis, 31, pág 117). Butler menciona como fecha de muerte el 452, aunque hoy sabemos que el santo murió hacia el 678, por lo que se ha corregido en el texto. La leyenda de la llave es prácticamente lo único que circula sobre él en internet. La imagen muestra las ruinas actuales de la iglesia fundada por el santo que se menciona en el texto.