Modesto fue el XIX obispo de la sede de Tréveris, en la segunda mitad del siglo V. La ciudad no tenía aun para esa época el esplendor que alcanzó más tarde, cuando llegó a ser sede del imperio, lo que lamentablemente significa que tenemos sobre estas épocas y su gente muchos menos datos.
El nombre de Modesto aparece celebrado en todos los martirologios históricos, en la misma fecha, y en casi todos ellos acompañado del calificativo de "confesor", lo que suele indicar que sufrió por la fe, sin llegar al martirio. No sabemos en qué consistieron tales sufrimientos; los bolandistas sugieren que la época que le tocó vivir, es decir, la del rey Childerico y la de su hijo Clodoveo I debía haber sido muy complicada para un obispo cristiano, antes de la conversión de este último rey, sobre todo como obispo de una ciudad de la importancia estratégica de Tréveris, sometida a la presión de los barbaros, y sin la defensa de la casa reinante. Es, por supuesto, una interpretación históricamente viable, aunque no podemos menos que aceptarla como hipótesis, sin que sepamos qué sufrimientos concretos tuvo que atravesar.
El Martirologio Galicano trae una versión larga de su elogio, donde dice que "gobernó la Iglesia [de Tréveris] en tiempos del papa Gelasio, con gran santidad, e irradiando el fulgor de su sabiduría, contuvo a los ricos en el ejercicio de la piedad, no menos que ayudó a los pobres con su consejo, recondujo a la senda a los descarriados y a todos invitó al buen obrar con sus sabios escritos, e inflamó con el ejemplo de su admirable virtud. Una vez lleno de gracia divina, voló a recoger su premio." naturalmente, es imposible saber cuánto de este texto describe la vida concreta de san Modesto, y cuánto son ditirambos propios del género martirológico, y por tanto le caben a casi todos los santos obispos de la historia.
Murió a fines del siglo V, en el 484 posiblemente, aunque hay dataciones en el 490 y en el 499. Según algunos testimonios, sus reliquias fueron enterradas en al iglesia de San Euquerio, en la misma ciudad, donde de hecho se conserva hasta hoy el relicario, aunque hay ciertas dudas sobre su autenticidad.
Ver Acta Sanctorum, febrero III, 463-4, Duchesne, Fastes Episcopaux, III, 37.
Nota: los dos primeros comentarios de lectores se refieren a la versión anterior de la vida de san Modesto, que provenía de un sitio de internet, y que era ciertamente más interesante que la que he redactado yo mismo, pero era enteramente inventada, como me di cuenta al cotejar las fuentes disponibles. Pienso, y es el criterio que guía este santoral, que sobre los santos es preferible saber poco, que inventarse mucho.