Meinardo nació en Alemania entre 1134 y 1136. Lamentablemente, nada ha sobrevivido de su infancia y juventud. Dos crónicas, sin embargo, dignas de fe nos han transmitido la poca información que tenemos acera de su apostolado y su vida ejemplar. Los acontecimientos que lo llevaron a alcanzar la fama de santidad comenzaron oficialmente cuando el santo estaba ya en una edad avanzada. Hasta entonces era monje en un convento agustino de la Congregación de Canónigos Regulares de Letrán, en Segeberg, en Holstein, Alemania. Pero empujado por el deseo de anunciar el Evangelio a todas las naciones, partió de misión a Livonia, en el norte de Europa, que corresponde a la actual Letonia. Se embarcó en un buque mercante como capellán en Lübeck, desembarcó en el Golfo de Riga, y pidió y obtuvo del príncipe ruso Wladimiro de Polotzk el permiso para predicar a los nativos paganos.
En 1184 comenzó a construir la primera iglesia en la ciudad de Üxküll, situada en la margen derecha del Daugava. Dos años más tarde informó al arzobispo de Bremen Hartwig II de su apostolado, quien no vaciló en consagrarlo como primer obispo de Livonia. También por recomendación de Hartwig, el Papa Clemente III reconoció oficialmente a la nueva diócesis de Üxküll, como sufragánea de Bremen, el 25 de septiembre de 1188. La misión creada por Meinardo no tardó en asumir nuevas tareas y a exceder la fuerza de una sola persona. Desafortunadamente Hartwig había sido exiliado, y parece que de Bremen no apoyaban a la diócesis sufragánea, así que Meinardo tuvo que intentar alguna ayuda de Roma. El 27 de abril 1191 el papa Celestino III autorizó al obispo a llevar ayuda de su propio país, pero no tuvo en cuenta que los livonios no miraban con simpatía esa importación de extranjeros alemanes, y el entusiasmo inicial se iba enfriando. Al verse en el punto de partida, Meinardo envió a Roma al monje cisterciense Teodorico, su colaborador principal, en busca de ayuda. El mismo Papa concedió una indulgencia a los que se dispusieran a una cruzada en defensa y apoyo de la recién formada Iglesia de Livonia.
Pero Meinardo, ya anciano y de frágil salud, murió antes de llegar a ver la ayuda, sin duda triste por el aparente fracaso de la labor para la que había invertido tanta energía. La fecha más probable de su muerte es el 11 de octubre 1196, aunque algunas fuentes hablan del 12 de abril y el 14 de agosto. Entre 1380 y 1390 sus restos fueron trasladados a la catedral de Riga, ahora capital de Letonia. Nunca había sido canonizado, pero se le tributó desde el principio culto popular, y el 8 de septiembre de 1993, durante su viaje apostólico a Lituania, Juan Pablo II aprobó oficialmente el culto inmemorial del santo obispo.
Traducido para ETF, con algunas modificaciones, de un artículo de Fabio Arduino. La confirmación de culto puede leerse en AAS 1994, pág 484; así como la homilía, en italiano, en la misa donde la proclama, celebrada en Riga.