San Maximino, que nació probablemente en Poitiers, se trasladó, desde muy joven, a Tréveris (Trier), atraído tal vez por la fama de san Agricio, obispo de esa ciudad. Ahí terminó sus estudios y sucedió al obispo en el cargo. Cuando san Atanasio fue desterrado a Tréveris, el año 336, san Maximino le recibió con grandes muestras de respeto y consideró como un privilegio poder ofrecer hospitalidad a tan distinguido siervo de Dios. San Atanasio, que permaneció dos años en Tréveris, alaba el valor, la prudencia y las nobles cualidades de su huésped, que ya entonces era famoso por sus milagros. También san Pablo, obispo de Constantinopla, encontró refugio y protección con el obispo de Tréveris, cuando el emperador Constancio le desterró.
San Maximino convocó el sínodo de Colonia ver nota que condenó a Eufratas como hereje y le depuso de su sede. Además, previno al emperador Constante, cuya residencia favorita era Tréveris, contra los errores de los arrianos y se opuso a ellos en todas las ocasiones que se le presentaron. Por eso, posteriormente, los arrianos de Filipópolis excomulgaron al mismo tiempo a san Atanasio y a san Maximino. No sabemos con exactitud cuándo murió san Maximino; pero se dice que su sucesor, Paulino, tomó posesión de la sede el año 347. A lo que parece, San Maximino compuso muchas obras, pero no se conserva ninguno de sus escritos.
En Acta Sanctorum, mayo, vol. VII, hay una vida de san Maximino; pero probablemente es mejor la biografía que Servatus Lupus escribió en el siglo IX. B. Krseh editó esta última obra en MGH., Scriptores Merov., vol. ni, pp. 71-82. N.ETF: no todos los autores están de acuerdo con que existió un «sínodo de Colonia», el propio Butler-Guinea cita en nota las opiniones encontradas de Mons. Duchesne, que lo niega, y de H. Quentin, que lo afirma; el Jedin, vol II, Herder, pág 289 dice taxativamente «la lista de participantes en un supuesto sínodo de Colonia», sin dar mayor importanciaa al asunto; consiguientemente, no parece fácil saber en qué consistió la herejía de Eufratas. Como obispo ortodoxo lo encontramos en el 346 formando parte de la delegación de Constante a Antioquía.