Proveniente de una lista del «Martirologio Jeronimiano», el nombre de san Liberal, mártir, fue añadido en el siglo XVI al Martirologio Romano para esta fecha, por el card. Baronio. Aunque en todos los códices se lo indica como «del Oriente», es un verdadero mártir de Roma; y su nombre era más bien Liberal (en latín Liberalis), que la errónea transcripción Liberatis (Liberado). Fue enterrado en el cementerio de la Via Salaria Antigua, donde también descansan los dos mártires Juan y Festo. Los «Itinerarios» del siglo VII, que registraban para los fieles peregrinos las basílicas y catacumbas con tumbas de los mártires, citan a san Liberal enterrado en el subsuelo de la basílica dedicada al mártir Juan.
Parece que fue un cónsul, descendiente de una familia noble, que, convertido al cristianismo, renunció a su carrera, a la política, y las posesiones de su rango, para seguir el nuevo camino del amor fraterno y de la fe en Dios. Si estos datos son ciertos, fue arrestado y condenado a muerte en la época de Claudio el Gótico (269-270). Un tal Florio erigió en honor del mártir mucho tiempo después una tumba mausoleo, con la esperanza de obtener de Dios una recompensa justa por su veneración de los santos; lo explica en una placa hecha por el mismo Florio, quien dice que la tumba había sido profanada durante la invasión de Alarico en el 410 y que él, fiel devoto, la había restaurado.
El nombre, de origen latino, significa «liberado de la esclavitud», pero fue adoptada por cristianos con el significado de «libre de la esclavitud del pecado o del paganismo».
Adaptado para ETF de un artículo de Antonio Borrelli en Santi e Beati. Parece difícil conseguir una imagen de este san Liberal, ya que todo lo que hay se refiere o al san Liberal, eremita del siglo V, o al san Liberato, mártir del siglo V, de gran veneración en Italia y algunas zonas de España.