San Gosberto, también llamado Simon, fue ordenado obispo en el 832 por Ebbo, arzobispo de Reims y Ansgar, para la misión en Suecia, donde llegó a tener la sede en Mälaren, cerca de Estocolmo. Pero por conflictos con los paganos de la región tuvo que huir en el 845, y llegó a ser obispo de Osnabrück, en Alemania, hasta su muerte, ocurrida en el 874.
Ahora bien, es difícil saber si Gosberto fue apóstol de los suecos (Schwedisch), de los suavos (en alemán Schwäbische) -nombre bajo el que se conocen varias tribus germánicas del Danubio-, o de los suabos (pueblos germánicos de la actual Baviera), tal como está en la versión castellana del Martirologio Romano. Posiblemente el problema no sea sólo de traducción, sino que esté ya en las propias fuentes que hablan de él. Como sea, el santo ha recibido localmente culto de mártir, no por su modo de morir sino por los sufrimientos a los que estuvo sometido entre los paganos.
Los muy escasos datos que recogemos del Biographisch-Bibliographisches Kircherlexikon parece ser todo cuanto se ha transmitido sobre el santo; pueden verse allí mismo las referencias de fuentes.