La inscripción se refiere a un mártir mencionado en la «Depositio martyrum», del 354. Su enterramiento en la Vía Labicana está bien atestiguado, pero se carece de detalles sobre su vida y su martirio. No hay tampoco ninguna «passio», siquiera legendaria, ya que durante siglos se lo confundió con otro Gorgonio, el del 12 de marzo, cuya historia narra Eusebio, y se afirmaba que, aunque muerto en Oriente, su cuerpo había sido trasladado a Roma. Se ha podido demostrar que se trata de dos mártires homónimos, pero eso ha dejado «sin historia» al de hoy.