Los documentos que podrían servir como base para una biografía de este santo se han, en gran medida, perdido, pero afortunadamente, una «Memoire pour servir à la vie de saint Guirand», fue escrita a inicios del siglo XVIII. No se menciona el autor, pero no hay duda de que se trató de un prior de Cassan llamado de Ciry, y la memoria, elaborada sobre la base de los archivos del convento, merece confianza suficiente.
El curso vital de Geraldo puede resumirse así: originario de la aldea de Puissalicon (departamento de Hérault), en aquel momento diócesis de Béziers (aunque en la actualidad pertenece a la de Montpellier), nació alrededor del año 1070, y, como prematuro, no fue muy bien recibido. Fue bautizado de apuro, por inmersión, como era entonces costumbre. Una vez que aprendió a leer y escribir, el muchacho entró, antes de 1085, entre los Canónigos Regulares de San Agustín, en el Priorato de Cassan (en la actualidad la ciudad de Roujan, en el departamento de Hérault). Gracias a algunas cartas firmadas por él, puede seguirse su vida clerical y religiosa: diácono en 1094, presbítero en 1101, y fue sin duda elegido como prior entre el 4 de mayo de 1105 y el 9 de agosto de 1106.
Como prior, Geraldo dio un poderoso impulso a la vida canónica de Cassan: el número de canónigos se acrecentó, mientras que, siguiendo su ejemplo, desarrollaron una ferviente vida espiritual y de mortificación. Al mismo tiempo reconstruye el claustro y la iglesia, cuya dedicación se llevó a cabo el 5 de octubre de 1115. Fundó también una nueva hospedería, en las afueras del recinto.
Cuando quedó vacante la sede episcopal de Béziers, en 1122, fue elevado a esa dignidad, aunque su episcopado fue lamentablemente muy breve, ya que murió de hidropesía el lunes 5 de noviembre de 1123. Su cuerpo fue depositado primero en la Colegiata de Santa Afrodisia, pero entre 1247 y 1261, fue confiado a las clarisas de Béziers, para ser luego vuelto a su primitivo lugar en 1355, con la condición, sin embargo, de que todos los años sus reliquias, llevadas en procesión, se detuvieran en el convento de Santa Clara. Esas reliquias quedaron dañadas durante las guerras de religión en el siglo XVI, pero Roujan conservaba un excelente recuerdo de Geraldo: su anillo pastoral, que fue robado hace algunos años.
Traducido para ETF, con escasos cambios, de un artículo sin firma en Enciclopedia dei Santi.