Por falta de documentos contemporáneos de valor, sólo podemos dar un breve resumen de la vida de san Enrique. Si bien había nacido en Inglaterra, es posible que residiese en Roma, cuando el cardenal Nicolás Breakspear, que fue posteriormente Papa con el nombre de Adriano IV, partió como legado pontificio a Escandinavia, en 1151. Enrique parece haber formado parte de su comitiva, y no faltan razones para creer que el mismo legado pontificio le consagró obispo de Upsala, en 1152. El nuevo obispo se ganó la benevolencia del rey san Erico de Suecia. Cuando el monarca emprendió una especie de cruzada contra los paganos de Finlandia, el obispo le acompañó en ella. Los suecos obtuvieron una señalada victoria, lo cual tuvo como efecto la conversión de algunos finlandeses. Erico retornó a Suecia, pero el obispo se quedó en Finlandia para continuar el trabajo de las conversiones «con celo apostólico, aunque en algunas ocasiones, con poca prudencia apostólica».
San Enrique impuso penitencia a un convertido, llamado Lali, que había cometido un asesinato. Considerándola éste como una humillación, se puso al acecho del obispo y le asesinó (sin embargo, no es la única versión sobre de la muerte de san Enrique). El santo realizó algunas curaciones y otros milagros. Aunque la afirmación de que el mártir fue canonizado por el Papa Adriano no descansa sobre ninguna prueba, lo cierto es que los finlandeses le consideran como su santo patrono, desde épocas muy remotas.
Según se desprende de una carta de Bonifacio VIII, escrita en 1296, la catedral de Abo estaba ya dedicada a san Enrique; y cuando, en el siglo XVI, la serie de pinturas de los mártires ingleses fue colocada en el Colegio Inglés de Roma, el patrono de Finlandia figuraba en ella. De mayor interés y mérito artístico es el extraordinario bajorrelieve de bronce (c. 1440), todavía existente, que cubría las reliquias de san Enrique en Nousis, con nueve placas secundarias en las que estaban grabados los milagros y episodios de su vida. Las reliquias de san Enrique fueron trasladadas en 1300 a la catedral de Abo (actualmente Turku). En Finlandia se celebraba el 18 de junio la fiesta de la traslación de las reliquias. La fiesta principal dc san Enrique se celebraba en Suecia el 19 de enero, pero el calendario finlandés la conmemora el 20 de enero.
T. Borenius, en Archeological Journal, vol. LXXXVII (1930), pp. 340-358, hace una buena síntesis de la vida de san Enrique. Por lo que toca a los detalles litúrgicos, cf. Aarno Malin, Der Heiligenkalender Finnlands (1925), pp. 179 y 208-223. En Acta Sanctorum, enero, vol. II, y en otras obras, se encontrará la leyenda del siglo XIII sobre la vida de san Enrique. Ver. también C. J. A. Oppermann, English Missionaries in Sweden and Finland (1937), pp. 200-205; cf. Analecta Bollandiana, vol. LVII (1939), pp. 162-164.
En la imagen puede verse parte del panel en bajorrelieve al que se refiere el Butler: escenas de Enrique luchando y bautizando a los finlandeses.