La familia de Bernwardo era sajona. Éste quedó huérfano cuando era todavía pequeño y su tío, el obispo Volkmaro de Utrecht, le tomó a su cargo y le envió a la escuela catedralicia de Heidelberg. Más tarde, Bernwardo fue a terminar sus estudios en Mainz, donde recibió la ordenación sacerdotal de manos de san Wiligis. Bernwardo se dedicó a cuidar a su tío y no aceptó ningún beneficio sino hasta después de la muerte de éste. El anciano murió el año 987. San Bernwardo fue nombrado entonces capellán imperial y tutor del emperador Otón III, que era todavía niño. La influencia de san Bernwardo en la vida de Otón III fue muy poderosa, aunque insuficiente. Seis años más tarde, el santo fue elegido obispo de Hildesheim. Construyó allí la gran iglesia y el monasterio de San Miguel y gobernó con prudencia y habilidad. San Bernwardo fue siempre muy aficionado al arte religioso, particularmente a toda clase de trabajos en metal. Como su diócesis era muy rica, pudo promover las artes y proteger a los mejores artistas. Tangmaro, el biógrafo de san Bernwardo, que fue también su preceptor, afirma que el santo era muy hábil en la pintura, así como en los trabajos en metal, y que empleaba buena parte de su tiempo en esas artes. A él se atribuyen algunos objetos muy hermosos de metal labrado, que se conservan en Hildesheim.
Desgraciadamente, el gobierno de san Bernwardo, que duró treinta años, se vio turbado por una disputa con el arzobispo de Mainz, san Wiligis, quien reclamaba ciertos derechos sobre el gran convento de Gandersheim. La disputa había comenzado en tiempos del predecesor de san Bernwardo. Una religiosa llamada Sofía la reavivó, ya que acudió al arzobispo de Mainz cuando el obispo de Hildesheim la llamó al orden por su mala conducta. El conflicto duró más de siete años, por más que ya antes la Santa Sede había fallado en favor de san Bernwardo, cuya conducta fue irreprochable durante toda la disputa. Finalmente, san Wiligis se sometió públicamente y pidió perdón por su falta de prudencia y la obstinación que había mostrado. San Bernwardo murió el 20 de noviembre de 1022, después de tomar el hábito de San Benito. Fue canonizado en 1193.
El mejor texto de la biografía escrita por Tangmaro es el de Monumenta Germaniae Historica, Scriptores, vol. IV, pp. 754-782; puede verse también en Migne, PL., vol. CXL, cc. 393.436. Véase Neues Archiv, vol. xxv, pp. 427 ss.; V.C. Habitcht, Der hl. Berwards von Hildesheim Kunstwerke (1922); Archiv für Kulturgeschichte, vol. XVII (1921) , pp. 273-285; y F. J. Tschan, St Bernward of Hildesheim: his Life and Times (2 vols., 1942-1952, University of Notre Dame Press, U.S.A.). La imagen del obispo en su catedral es una pintura sobre cuero de 1170, de artista anónimo, que se conserva en Hildesheim.