No tenemos ninguna noticia precisa sobre su actividad episcopal; sabemos tan solo que era muy asiduo a la oración, y que antiguamente en Corfú se mostraba la gruta donde, según la tradición, Arsenio acostumbraba retirarse y pasar las noches orando.
Fue a Constantinopla para defender ante Constantino VII Porfirogénito (912-59) las razones de unos notables de la isla, y en el viaje de regreso cayó gravemente enfermo, y murió en Corinto. Su cuerpo fue trasladado a Corfú y enterrado en la iglesia de los Santos Pedro y Pablo. Lo más probable es que sus reliquias fueran robadas después por los marineros venecianos. La Iglesia latina y la griega celebran la fiesta de Arsenio el 19 de enero. Además de las mencionadas homilías se atribuye a Arsenio también un poema anacreóntico sobre el domingo de Pascua.
Traducido para ETF, con muy pocos cambios, del artículo de Giorgio Eldarov en Enciclopedia del Santi, que recogemos de Santi e beati. Hay un breve esbozo sobre Arsenio, pero sin conocimiento aun de esta «Vita», en Acta Sanctorum, enero, II, apéndice, pág. 1138.