Los dos eran naturales del Yorkshire y, aunque tenemos de ellos pocos datos, su martirio está bien atestiguado. El primero era sacerdote, se había ordenado en el continente el año 1591 y había vuelto a Inglaterra, ejerciendo su ministerio sacerdotal en York. Rodolfo Grimston era de Nidd y era un caballero, esto es, persona de clase acomodada, que practicaba la fe católica y no había dudado en hospedar y favorecer al sacerdote.
Iban juntos por la calle a finales de abril de 1598, cuando el sacerdote fue rodeado de quienes se disponían a arrestarlo. El caballero sacó la espada y quiso defenderlo, pero ambos vinieron a quedar presos. Comparecieron en juicio y declararon su fe, siéndoles aplicado el estatuto de Isabel por el cual se prohibía ordenarse en el extranjero y dar protección a los ordenados, recayendo sobre ellos la pena de traición. Se negaron a apostatar para salvar la vida. Fueron ahorcados y descuartizados en York el 15 de junio de 1598, y beatificados el 22 de noviembre de 1987.