Originario de Pagani, en Salerno, Italia, nació en 1831 de una familia piadosa y buien acomodada (su padre era farmacéutico y su madre de la pequeña nobleza). Quedó a los 8 años huérfano de madre, y a los 10 de padre, por lo que se encargó de su educación un tío paterno, sacerdote. En 1839 había asistido a la canonización de san Alfonso María de Ligorio, que lo dejó vivamente impresioanado, y comenzó en él, aunque aun era pequeño, un proceso de discernimiento vocacional, que culminaría con su ordenación sacerdotal en 1855.
Instala en su casa una escuela para muchachos y en su parroquia organiza grupos de oración nocturnos. Unido a la Congregación italiana de Misioneros de Nocera, realiza un viaje de misión (1857). Entre 1860 y 1862, en Pagani, es capellán y director espiritual del Santuario de Nuestra Señora de Carmen, y establece una escuela de teología moral, donde prepara sacerdotes en el sacramento de la Reconciliación (confesión).
En 1862 y 1873, respectivamente, funda la Sociedad Sacerdotal de Apostolado Católico de la Preciosa Sangre de Cristo, que obtuvo diez años más tarde la aprobación pontificia, y el Instituto de Hijas de la Caridad de la Preciosísima Sangre, este último con el carisma de atender a los huérfanos, y que obtuvo también poco más tarde la aprobación de Roma.
De 1874 a 1887 desempeña intensa actividad como párroco en el templo de San Félix y el Cuerpo de Cristo, en Pagani, así como confesor de las religiosas contemplativas en Nocera. Redacta artículos sobre diversos temas, incluyendo teología moral, en ellos se refleja la ferviente devoción a la Preciosísima Sangre de Cristo. Es víctima de calumnias, por parte de un sacerdote celoso de la buena fama del padre Fusco. Ya le había predicho su obispo, D. Almirante, cuando la primera fundación: «¿Usted escogió el título de 'La Preciosísima Sangre'? Pues bien, prepárese para beber el amargo cáliz». Sin embargo, con oración, paciencia, y silencio ante la maledicencia, al paso de los años queda exento de toda acusación.
Estando en Nocera en 1861, a los 60 años de edad, muere de un padecimiento crónico de origen hepático. El proceso de beatificación comienza en 1955 y culmina con la ceremonia de beatificación en el año 2001.
Basado en los datos del artículo del sitio del Vaticano. No parece que el beato tenga relación familiar con el beato Alfonso María Fusco, del que es contemporáneo.