Nació en Cappamore (Irlanda) el año 1601. Era descendiente de la antigua casa real irlandesa. En 1621 ingresó en la Orden de Predicadores en el convento de Limerick y pasó a España para hacer los estudios en Toledo. Estando en España se ordenó de sacerdote en 1627. Recibió una magnífica formación en teología y cánones así como en el espíritu misionero y ascético de su Orden. Volvió a Irlanda y se acreditó entre sus compañeros de hábito que lo eligieron prior de varias casas y, repetidamente, provincial. Por serlo, marchó a Roma y asistió al capítulo general de 1644, donde recibió el título de «Maestro en teología». Acreditado ante el papa Urbano VIII, que conocía su magnífica preparación y celo apostólico, el pontífice lo designó obispo de Emly, consagrándose el año 1648. Volvió a Irlanda y con toda valentía y entereza se entregó al cumplimiento de sus deberes pastorales, conquistando el amor de sus fieles. Estaba en Limerick cuando Luis Ireton cercó la ciudad, que hubo finalmente de rendirse. El obispo fue hallado en el lazareto prestando sus servicios a los enfermos. Fue arrestado y se le ofreció dinero para que se marchara de la ciudad, pero él se negó. Entonces fue condenado a muerte por la corte marcial. Con serenidad y prudencia habló al pueblo palabras de exhortación antes de ser ejecutado. Padeció martirio el 30 de octubre de 1651. Fue beatificado el 27 de septiembre de 1992 por el papa Juan Pablo II.