Pedro nació en Mogliano, de la Marca de Ancona, en 1442. Durante tres años estudió leyes en la Universidad de Perusa. En 1467, quedó muy impresionado por la predicación de un dominico de Leonissa y de un franciscano de Ancona. Tras de madura consideración, pidió el hábito de san Francisco y fue recibido en la Orden. Sus superiores le enviaron a acompañar en sus misiones a san Jacobo della Marca, quien, después de san Juan Capistrano, fue el más distinguido de los discípulos de san Bernardino de Siena. El beato Pedro era un predicador y director espiritual muy hábil. El duque de Camerino, cuya hija, la beata Bautista Varani, se santificó en parte gracias a la ayuda de Pedro de Mogliano, le tomó por director y confidente. Pedro fue vicario provincial de su orden en las Marcas, durante tres períodos, y en Roma, durante un período. En 1472, fue enviado como comisario a Creta. En todos esos cargos dio muestras de gran prudencia y de comprensión sobrenatural de los hombres y de los problemas.
eis años después de la muerte del beato, Bautista Varani relató por escrito los acontecimientos de sus últimos días a la duquesa de Urbino. El día de la Visitación, el beato tuvo el presentimiento sobrenatural de que se aproximaba su muerte y, pocos días más tarde, contrajo una dolorosa enfermedad. Fiel a la tradición franciscana, Pedro soportó sus sufrimientos con tal paciencia, que el enfermero le dijo: «¡Padre, os vais a morir riendo!» La beata Bautista Varani continúa así: «Habéis de saber, querida señora, que desde tres años antes de la muerte del P. Pedro toda la ciudad y toda la provincia le llamaban simplemente 'el santo padre'. Las gentes le querían tanto que, a dondequiera que iba le seguía una muchedumbre. Cuando se dirigía al capítulo de Urbino, pasó por Camerino y se detuvo en nuestro monasterio. Al partir, encontró a la puerta tal cantidad de gente que, de no haber sido por la amable ayuda que le prestaron algunos jóvenes, hubiese muerto asfixiado ... Su alma santa y bondadosa voló al cielo en la noche del sábado al domingo 25 de julio (1490), fiesta de Santiago Apóstol, en el momento en que los frailes entonaban el 'Te Deum' de maitines. Poco antes de expirar, murmuró varias veces el nombre de Jesús, de suerte que partió de este mundo pronunciando el dulce nombre de Aquél por cuya virtud había obrado tantas maravillas durante su vida». El culto del Beato Pedro de Mogliano fue confirmado en 1760.
Se conoce al Beato Pedro, sobre todo, por sus relaciones con la beata Bautista Varani. Véase Mazzara, Leggendario Francescano (1679), vol. II, pp. 153-155; Léon, Auréole Séraphique (trad. ingl.), vol. VII, pp. 1-8; y Le opere spirituali della B. Batista Varani (1894) , pp. 61-101.