Nace en Zuromín (Polonia) el 10 de abril de 1886, siendo sus padres Adán y Cordula. Tras los estudios primarios, se decidió por el magisterio y comenzó los estudios oportunos, pero sintió la llamada al sacerdocio y con veinte años ingresó en el seminario diocesano de Plock. Fue ordenado el 23 de junio de 1912. Entonces se le envía a la Academia Eclesiástica de Petersburgo, donde hace los estudios del doctorado en teología. En 1917 fue nombrado director espiritual del seminario. Este mismo cargo tuvo en su diócesis al volver a la misma, al tiempo que desarrollaba una apreciable actividad pastoral y caritativa. En esta actividad se acreditó como sacerdote ejemplar y capaz. Por ello la Santa Sede lo nombró obispo auxiliar de Plock, para que prestara su colaboración al obispo diocesano, beato Antonio Julián Nowowiejski. Se comportó de manera ejemplar, estando siempre disponible para lo que el prelado le indicara y realizando todos sus servicios con gran escrupulosidad y dedicación.
Llegada la invasión alemana, tras la declaración de la II Guerra Mundial, ambos obispos perseveraron en su puesto sirviendo con gran entrega a su comunidad en tan difíciles circunstancias. Esto provocó su arresto el 28 de febrero de 1940, siendo llevado al campo de concentración de Slupno y dando comienzo a su calvario. El 8 de marzo de 1941 era transferido al campo de extermino de Dzialdowo. Aquí recibió muchos malos tratos y soportó tantas miserias que enfermó a consecuencias de ellas y murió el 10 de octubre de 1941. Hombre ascético en su vida personal, de gran vida interior e intensa espiritualidad, se había volcado como sacerdote y obispo en los más pobres. A él se debió la fundación de Caritas Diocesana. Se sabe que había deseado la gracia del martirio. Animó mucho a sus compañeros de prisión a aceptar los sufrimientos con espíritu de entrega a la voluntad de Dios. Fue beatificado el 13 de junio de 1999 por el papa Juan Pablo II.