EN 1594, en el condado de Durham, dieron la vida por Cristo cuatro cristianos que fueron beatificados en 1929, junto con otros mártires ingleses. El primero de ellos, ejecutado el 4 de febrero, fue el beato Juan Speed (o Spence). Pereció en la horca, en la ciudad de Durham, «por haber ayudado y asistido a varios sacerdotes, a los que acostumbraba guiar y conducir de la casa de un católico a la de otro. Murió con gran valor, despreciando las promesas que se le hacían para que apostatase». (Challoner). Los otros tres fueros san Juan Boste, el beato Jorge Swallowell y beato Juan Ingram.
Véase Challoner, Memoires of Missionary Priests, pp. 197, 202-208, y 597-600. Esta breve noticia está extraída del más largo artículo del Butler-Guinea sobre «Los mártires de Durham de 1594», el 24 de julio.