Nació en Girona el 6 de septiembre de 1876. En 1894, ingresó en el Instituto de Religiosas de San José de Gerona donde profesó en 1896, a los 20 años de edad. Pasó por varias comunidades siempre al servicio de los enfermos. Fue una Hermana ejemplar, llena de amor y compasión hacia los enfermos, a cuyo servicio dedicó su vida hasta el heroísmo.
Durante la persecución religiosa (1936) vivió en Barcelona. Visto el desorden que reinaba decía a las Hermanas: “Deseo dar la vida por la conversión de estos que persiguen a Dios y a la Iglesia”.
Al ser expulsada la comunidad del lugar donde residía, la hermana Facunda permaneció refugiada con la familia del enfermo al que asistía. Fue denunciada por la portera del edificio, y allí la fueron a buscar para conducirla al martirio la noche del 26 al 27 de agosto.
El Señor la halló preparada para el encuentro definitivo con Él mientras le servía en el enfermo. Tenía 60 años de edad.
Fue beatificada en la Catedral de Santa María, en Girona, junto con sus compañeras de religión Fidela Oller y Josefa Monrabal