Esta religiosa era sobrina de otra beata, Beatriz D'Este de Gemmola, cuya fiesta se celebra el 10 de mayo. No poseemos ningún relato completo sobre la vida de Beatriz; ni siquiera sabemos con seguridad si estuvo o no casada antes de consagrarse a Dios en el convento benedictino de Ferrara, que parece haber sido fundado por la poderosa familia de la beata, a instancias suyas. Beatriz vivió y murió con fama de gran santidad. En el siglo XVII se decía que de la tumba de mármol en la que descansaban sus reliquias brotaba un aceite que obraba sorprendentes curaciones. En 1774, fue confirmado el culto, que había existido siempre en Ferrara.
En un apéndice del mes de enero del Acta Sanctorum, los bolandistas publicaron los fragmentos de información que pudieron recoger sobre la beata. Ver también Analecta Juris Pantificii, 1880, p. 668.