Vayamos a la mesa del Padre celestial, que allí Jesús ofrece el pan de eternidad. Señor, hoy tu visita queremos recibir, y renovar las vidas uniéndonos a ti. Tu vienes a nosotros, amigo de verdad, que nada nos separe, Señor, de tu amistad. Tú sólo eres camino que nos conduce a Dios. Revélanos al Padre y muéstranos su amor. La Santa Eucaristía renueva tu Pasión, por ella nuestra vida se asocia a tu dolor. Señor, hoy nos congrega la mesa de tu altar; nos una para siempre la gloria celestial.