Que nuestras voces proclamen: “gloria eterna a Jesús” que nos salvó de la muerte por su victoria en la cruz. Tu Santa Cruz adoramos, Señor, y proclamamos tu Resurrección. Toda la tierra se alegra en tu Redención. En una cruz fue inmolado, desde una cruz El triunfó. Este es el árbol de Vida que nuestro Padre plantó. Cumplido el tiempo previsto, Dios a su Hijo envió, El asumió nuestra carne y de la Virgen nació. El se entregó libremente para sufrir su Pasión, como un cordero inocente sobre la cruz se inmoló. De su costado abierto agua y sangre brotó, que borran nuestros pecados y lavan la creación. Signo de Alianza eterna, arca de la salvación, sólo tú, cruz, fuiste digna de sostener al Señor. Gloria al Padre eterno, gloria a Jesús, el Señor, gloria al Espíritu Santo, eternamente, Amén.