Lam DO RE DO Cuando era pequeño Jesús me llamó Lam MI Lam y, por el bautismo, su amistad me dio. DO RE DO Hoy que soy más grande me vuelve a llamar Lam MI Lam para regalarme toda su bondad. DO RE DO Yo quiero decirte: “aquí estoy, Señor”, Lam MI Lam porque me llamaste y escuché tu voz. Quiero darte gracias, querido Jesús, y amar este mundo como lo amas Tú; y tu voz amiga me hará comprender toda la alegría que me da la fe.