Lam SOL Esa flor que vi en el campo Lam y el sol de ese atardecer, FA DO me hablaron de tu belleza, FA DO Señor, y te quise ver. FA DO Y por eso, por eso, oh Señor, Lam SOL Lam te adoré, te adoré, en silencio. Y en los ojos de mi amigo, brillando de amor sincero, yo he podido imaginar el poder de tu “te quiero”. Y por eso, por eso, oh Señor, más te amé, más te amé, en silencio. Pero dimensión de amor como la cruz de tu hijo, no podía imaginar; fue su amor el dolor vivo. Y por eso, por eso, oh Señor, me entregué, me entregué, en silencio.