Estas dos mártires chinas pertenecían a la comunidad cristiana de Huangeryin (Tong-Kia-Tchoang), y cuando, surgida la persecución bóxer, ambas se enteraron de las atrocidades que los perseguidores cometían, junto con otros fieles decidieron marcharse a Tan-Kyu, la población que los misioneros habían fortificado en un intento de defender a los cristianos.
Partieron en un carro. Pero llegaron los boxers, rodearon el carro y exigieron que las jóvenes bajaran del mismo. Protestó uno de los que iban en el carro y esa protesta le costó, en el acto, la vida. Entonces, las dos muchachas se bajaron, se pusieron de rodillas y empezaron a rezar en voz alta. Un bóxer mató de un golpe a Rosa y dio otro a Teresa que empezó a desangrarse en el suelo. Los boxers se marcharon tras haberlas matado. Los dos cuerpos fueron recogidos y el carro prosiguió su marcha, pero Teresa murió en el camino. Era el 5 de julio de 1900. Ambas fueron canonizadas el 1 de octubre de 2000.