Hay tres santas de este nombre que se mencionan en Acta Sanctorum del 15 de marzo, pero solamente una de ellas aparece en el Martirologio Romano, y en el actual se ha trasladado al 25 de marzo. El elogio tradicional decía: «En Tesalónica, santa Matrona, sirvienta de cierta judía, quien adoraba a Cristo furtivamente e iba todos los días a la iglesia a rezar en secreto, fue descubierta por su ama y atormentada de muchas maneras, hasta que al fin, fue muerta a golpes con gruesas varas y, en la confesión de Cristo, rindió su alma pura a Dios». El mismo relato, ligeramente desarrollado, se encuentra en el synaxario griego. En la literatura de Occidente, en la primera parte del siglo IX, hay ciertos detalles adicionales que describen cómo la mártir fue dejada en dos ocasiones, durante la noche, amarrada con correas a una banca y fue encontrada a la mañana siguiente milagrosamente desatada. No parece sobrevivir ningún culto por esta santa matrona.
Ver el Acta Sanctorum, marzo, vol. II; A. B. C., Dunbar, Dictionary of Saintly Women, vol. II. p. 77; Quentin, Les Martyrologes Historiques, p. 181.