San Ursino es celebrado en Bourges, Francia, de donde es patrono, el 29 de diciembre y el 9 de noviembre; el Martirologio Romano lo inscribe en esa última fecha, tal vez el día de la traslación de las reliquias. La figura del santo obispo de la Galia, fue evocada en distintas 'Vidas', que, como sucede a menudo, son en gran parte legendarias, fabulosas y llenas de errores cronológicos. Sin embargo aquí nos atendremos al texto del gran obispo e historiador Gregorio de Tours (538-594), quien en su «Historia Francorum» (Libro I,31), lo describe entre los primeros siete obispos enviados a la Galia. Es verdad que en su otra obra «De Gloria Confessorum», en los capítulos 79 y 90, dice que Ursino fue uno de los 72 discípulos de los Apóstoles, y que estuvo presente en la Última Cena con la función de lector; pero todos esos «datos» no son más que la elaboración legendaria popular de la región de Berry.
Siguiendo la más sobria, aunque escueta, versión de la Historia de los Francos, Ursino evangelizó la región de Berry después de haber predicado, bautizado y convertido gran parte de la población, especialmente los más pobres, y haber construido la primera iglesia en la ciudad de Bourges, en la propiedad de un rico pagano convertido, el senador Leocadio (muerto a inicios del siglo IV), descendiente de la familia de san Vetio Epagato, uno de los mártires de Lyon del 177. Después de consagrar la iglesia, Ursino deja allí una reliquia de la sangre de san Esteban el mártir, y después de haber gobernado la Iglesia de Bourges durante 27 años, muere el 29 de diciembre de un año desconocido de la segunda mitad del siglo III.
Estos pocos datos históricos, como la muerte de Leocadio, el martirio de Epagato, el establecimiento de la Iglesia de Bourges alrededor del 250, muestras un panorama históricamente creíble. San Gregorio de Tours continúa la historia contando el milagroso descubrimiento del sarcófago del santo, en un viñedo en un antiguo cementerio, en tiempos del episcopado de Probiano, en un marco de tiempo desde el 558 hasta el 573. Las reliquias fueron llevadas a la Basílica de San Sinforiano, que más tarde tomó el nombre de San Ursino. En 1055, el obispo Hugo de Lisieux, pidió y obtuvo algunas reliquias de san Ursino, que fueron objeto de reconocimiento canónico en 1399 y en los siglos XVII y XVIII; otras reliquias se conservan en Chaussée-Saint-Victor, desde 1379.
El culto del santo obispo, además de en Bourges, está muy extendida en Normandía, en la diócesis de Lisieux, Bayeux, Rouen, Blois, en distintas fechas. La Catedral de Bourges es el mayor testimonio de la profunda devoción que une a la ciudad con su primer obispo. Las obras de arte y de culto que hay allí son todo un himno a la devoción por su patrono. A él está dedicado uno de las más famosas vidrieras del siglo XIII, así como la escultura de la Puerta de San Ursino, del siglo XV, que narran los episodios más destacados de la tarea evangelizadora del santo.
Traducido para ETF con algunos cambios de un artículo de Antonio Borrelli.