La persecución cristiana no era nueva en Corea cuando nació Pedro, pero no han llegado a los altares, por falta de fuentes documentales, muchos de los muertos por su fe cristiana, así que Pedro resulta ser el primer mártir de Corea. Nació en 1803 en Icheon, Corea del Sur, y fue hermano de Agata Yi So-sa, quien también moriría mártir un tiempo más tarde. Su hermana tenía ya, cuando nació Pedro, dieciocho años, y estaba casada. Al tiempo enviudó y cuando murió el padre de los dos, Agata volvió a su casa materna para colaborar con la madre y la educación del hermano pequeño.
La madre, aunque no practicaba con fervor su fe cristiana, había recibido instrucción en nuestra fe, y sembró la semilla en sus hijos. Agata buscó para ella misma instrucción y la brindó a su hermano. Los dos son bautizados, y reciben los nombres de pila con que los conocemos, Agata y Pedro, auqnue se ignora en qué momento y con qué catequista se formaron. También falta el dato de tiempo, epro sabemos que en algún momento la familia se trasladó a los subuurbios de Seúl, donde Pedro frecuenta al catequista Pablo Yi Kyong-on; éste morirá por la fe (aunque aun no está en los altares), lo que da a Pedro un ejemplo que anticipa su propio martirio.
En 1832 contrajo matrimonio con una joven que era pagana todavía, pero que el propio Pedro instruyó y catequizó, y poco más tarde, en 1834, con la llegada a Seúl del P. Yu Pang-che, pudieron tomar por primera vez la comunión. A partir de ese momento Pedro es oficialmente nombrado catequista, ministro que en aquella situación no trabajaba solamente en la enseñanza de la doctrina sino también como un auténtico animador de la comunidad.
A comienzos de 1835, luego de, según se cuenta, un sueño premonitorio, fue apresado junto con su hermana. Se les ofreció la posibilidad de ofrecer sacrificios a los antepasados, que era la base de la religión pagana tradicional, pero Pedro se negó a hacerlo, y por el contrario, predicó allí mismo la doctrina cristiana. Fue torturado y mantenido en la c´çarcel hasta que llegara la confirmación de la sentencia, tiempo que aprovechó para la oración y para catequizar a su compañero de celda. La muerte tardó en llegar: no murió por la ejecución de la sentencia, sino de agotamiento el 25 de noviembre de 1838, unos meses antes que su hermana, muerta a espada en mayod el año siguiente.
Todos los datos fueron tomados de la extensa narración de Año cristiano, BAC, 2003, tomo XI, pág.618-622.