Cuanto sabemos de este santo proviene de una noticia que san Gregorio de Tours le dedica en su Historia de los Francos, VI,37. Según ese relato, Lupencio era abad de la basílica de Saint-Privat de Javols, en Lozère (Languedoc). Acusado por Inocencio, Conde de Javols, de haber criticado a la reina Brunegilda, tuvo que presentarse ante ella, que residía en ese momento en Metz. Pudo justificar su conducta y resulto libre, pero, durante la vuelta, fue apresado por el Conde Inocencio en una localidad llamada Ponthion, cerca de Vitry-le-Francois (Marne) y, después de distintos tormentos, fue decapitado. la cabeza y el cuerpo, se depositaron separadamente en Marne, pero fueron reunidos tras algunos días por unos pastores, y enterrados honrosamente (hacia el año 684). Los enfermos acudían a su tumba.
En fecha posterior desconocida, las reliquias del santo fueron trasladadas a la catedral de Soissons donde, en el 1667, fueron destruidas por un incendio. Su culto se encuntra extendido por toda la Champagne, donde tiene dedicadas diez y siete parroquias, así como en las diócesis de Langres y de Verdun. Es especialmente invocado para la protección de los niños.
Traducido del italiano en ETF, de un artículo de Philippe Rouillard en Enciclopedia dei Santi, que recogemos de Santi e Beati. La fecha de 684 que aparece en el Martirologio actual (ed. en español, 2007) no es correcta, ya que san Gregorio de Tours murió en 594. Acorde con los criterios populares antigos, se lo veneró durante siglos como mártir, aunque propiamente no lo es, ni está inscripto así en la actualidad.