De él se sabe lo que cuenta una leyenda fundada en la imaginación popular: estaba al servicio de un patrón pagano que, después de haber discutido con él sobre el Dios de los cristianos, le ordenó un día, mientras Lamberto araba la tierra, que aceptase el culto de los ídolos bajo pena de decapitación, cosa que finalmente hizo, puesto que Lamberto rehusó. Lamberto tomó entonces con sus manos la cabeza separada de su cuerpo, y se encaminó, seguido de los bueyes con los que estaba arando, a la iglesia de Santa Engracia, para indicar el lugar donde debía ser sepultado. La leyenda da por supuesto que el martirio se produco en las persecuciones de Dioclesiano (inicios del siglo IV), pero más corrientemente se admite que debió haber sido cuando Zaragoza se hallaba bajo dominio musulmán (siglo VIII).
En 1389 fueron recuperados los sepulcros de los 18 mártires de Zaragoza («Optato y sus 17 compañeros mártires»), que estaban puestos en la cripta de santa Engracia de Zaragoza, y junto a ellos salieron a la luz las reliquias de la propia titular y de san Lamberto; el culto tomo un nuevo impulso, luego de un tiempo en que su memoria se haabía perdido.
El papa holandés Adriano VI, pasando por Zaragoza, quiso venerar las reliquias de san Lamberto, porsiblemente por la devoción que tenía su ciudad natal, Utrecht, por san Lamberto de Maastricht; en esa ocasión el papa tomó una mandíbula del mártir, y de ella salió milagrosamente sangre; parte de esa sangre se conserva en un relicario de vidrio. El mismo papa, en 1522, dio el permiso y los fondos para que sobre el lugar tradicional del martirio se construyese un monasterio titulado en honor del santo. Ese monasterio fue destruido en 1808, durante la guerra de la independencia de España contra Francia.
La fiesta, que en principio era el 19 de junio, fue inscripta por el cardenal Baronio el 16 de abril, junto a los otros «mártires de Zaragoza», pero en la actualidad ha vuelto a su fecha tradicional. El nombre de Lamberto, de origen longobardo, significa «ilustre en el país».
Traducido para ETF, con algunos cambios, de un artículo de Antonio Borrelli.