Evidentemente llegó a ser un monje ejemplar, porque tiempo después, en 1117, es enviado a fundar la abadía de Bonnevaux, cerca de Vienne, en el Delfinado. En esa fundación serán recibidos por él mismo monjes que fueron luego grandes obispos o padres de nuevas fundaciones, como san Pedro de Tarantaise, san Amadeo de Lausana, y varios más.
La diócesis de Valence estaba desde hacía tiempo gobernada por un pastor del todo indigno: Eustacio, cuyas extravagancias de vida, y dureza para con los pobres, no eran propias de un obispo. San Bernardo le había escrito una dura carta, y el propio papa lo había excomulgado, pero el obispo siguió aferrado a su sede por seis años más, hasta que el pueblo tomó las riendas, y el día de Pascua del 1141, entró en casa del obispo y lo expulsó de la ciudad. tres días más tarde san Juan fue propuesto por los abades de la región, y consagrado, a su entero pesar, obispo de Valence.
Su hagiógrafo anónimo resume en tres palabras su vida de pastor: dar gloria a Dios, salvar su alma, cuidar su rebaño. Recibía insultos y pedradas de los partidarios de Eustacio, pero respondía con indiferencia, y oraba pidiendo al Señor que no les tuviera en cuenta ese pecado. Sus oficiales de justicia se quejaban de su indulgencia con los condenados, pero les respondía que era también un vicio ensañarse en al severidad con los delincuentes, como había hecho sus predecesor, y que los propios jueces quizás no hubieran resistido la tentación de haber estado en el lugar de los delincuentes. La bolsa parecía multiplicarse sola a pesar de la gran largueza en ayudar a los pobres.
Murió el 21 de marzo de hacia el 1145. Su fecha de celebración en la diócesis de Valence y en la tradición cúltica es el 26 de abril, aniversario de su consagración episcopal. Fue sepultado en la catedral, y su tumba se convirtió en meta de peregrinación, hasta que en 1562 la tumba y reliquias fueron profanadas por los hugonotes, y ya no han quedado restos de ellas. Su culto fue confirmado en 1903.
La biografía de este santo obispo, escrita por un tal Giraudo, se halla en el «Thesaurus novus anecdotorum» de Marténe y Durand, vol. III, pp. 1693-1702. Ver también Nadal, Histoire hagiologique de Valence, pp. 273 ss., y las obras de los historiadores del Cister, como Manrique y Le Nain. Decreto de confirmación de culto en ASS 36 (1903-4) pág. 424. Hagiografía redacta sobre los datos del Butler (21 de marzo, de quien tomo la bibliografía) y Guerin (26 de abril).