Fue el cuarto obispo de Clermont (Arvernia). En el 370 el usurpador Máximo lo llamó a la corte a fin de que liberase a su hija enferma o, como se creía, endemoniada. El santo la curó, y como recompensa obtuvo del imperador el privilegio de que Arvernia pudiese pagar la tasa sob re el vino y el grano en contante en lugar de en especie.
Murió probablemente en el 384, porque en el concilio de Clermont del año siguiente ya tomó parte su sucesor, Nepociano, Fue sepultado en la iglesia de Sancta Maria ad Sanctos, llamada enseguida basílica de San Illidio. Según el testimonio de Gregorio de Tours, sobre su tumba se verificaron muchos milagros, como él mismo lo experimentó, por lo cual quiso dedicar a san Illidio un oratorio en su ciudad. Los normandos en el 865 incendiaron la basílica del santo, que sin embargo fue reconstruida por los benedictinos en el siglo X. En el 1311 hubo una traslación de sus reliquias (y de los huesos de la hija de Máximo, sepultada junto a su benefactor), por obra del obispo Auberto. Durante la Revolución Francesa la basílica fue demolida.
Traducido para ETF del artículo de Juan Bautista Proja en Enciclopedia dei Santi, que recogemos de Santi e beati.